Azul Errante no es solo un nombre bonito (que sí que es bonito) ni una ocurrencia pasajera. Es el reflejo de un cambio profundo en mi vida. Después de años de trabajo, rutinas y metas cumplidas en tierra firme, sentí que había llegado el momento de escuchar esa voz interior que me pedía volver al mar y en este post te voy a contar el cómo y el por qué.
Te doy la bienvenida a este nuevo proyecto
Este proyecto nace para compartir un camino distinto (el que estoy comenzando): acumular más experiencia en el mar, conseguir más experiencia navegando, llegar a vivir en un velero y descubrir qué significa poner rumbo a un sueño con todas sus dudas, costes, miedos y alegrías.
Aquí voy a compartir el proceso real, esto es el comienzo de mi proyecto de creación contenidos y formación en el que te contaré las cosas tal como son, con el proceso real, con la intención de que tú también puedas inspirarte, aprender y, quizás, animarte a dar tu propio paso hacia el mar.
Y quiero compartirlo contigo.
Te cuento un poco sobre mí
Los años en los que viví en el mar

El mar estuvo presente en mi vida desde pequeño. No crecí en un barco, pero al ser de Huelva pasé muchos veranos y temporadas cerca del agua como para que me dejara huella. Aprendí a respetar las mareas, a entender que cada ola trae una lección y que, en el mar, la paciencia y la calma no son opcionales.
Después de la universidad (estudié Psicología aunque nunca ejercí) pasé varios años trabajando de Buzo en diferentes lugares… Madeira, Ibiza, México… años de mucho trabajo que me marcaron profundamente. La verdad es que fueron años geniales: vivir todo el día en el mar con mis compañeros buzos, pasar el día entre aletas, barcos hundidos y tiburones, años muy buenos que me dejaron marcado.
Aún echo de menos esos momentos de comenzar una inmersión en la catedral de Portinatx, mirando hacia un abismo azul que no tenía fondo, o de ver aparecer un barco hundido de la nada buceando en Porto Santo o que de repente se cruce un tiburón Toro a un palmo de distancia en Playa del Carmen.

La verdad es que de esos años hasta echo de menos las horas al sol trabajando de marinero subiendo el ancla, rellenando botellas de buceo, limpiando después de cada jornada, las horas de comercial buscando clientes. Ese grupo de «primos» compartiendo cervezas después del trabajo.
Aquella conexión quedó grabada en mi, aunque la tuve que pausar durante muchos años, pero siempre estuvo ahí la sensación de que algún día tenía que volver a esas aguas.
La vuelta a la vida en tierra
Por motivos familiares tuve que volver a Huelva y como mi currículum de buzo aquí no me servía de mucho, me adentré en el mundo del emprendimiento con mi otra pasión, el marketing y la formación. Monté mi negocio, aprendí a ser empresario y la verdad es que descubrí una vida que me llenaba mucho, sobre todo la parte de conocer gente, eventos, alumnos, etc.
Además comencé mi etapa como creador de contenidos. Me encanta compartir mis conocimientos por lo que comencé mi blog y canal de YouTube y a crear mi comunidad; y la verdad es que descubrí la «etiqueta» que quería ponerme, era la de «creador de contenidos» y así me defino hasta ahora.
Han sido años intensos y productivos, pero también años donde el mar quedaba lejos, como un recuerdo al que miraba de reojo desde la ventana de un despacho. Sí que alguna vez alquilaba algún barquito para pasar el día y también aproveché estos años para sacarme los primeros títulos náuticos.

Una vida de éxito no tiene por qué ser una vida feliz
Llegó un punto en el que me di cuenta de algo: tenía lo que muchos considerarían una vida de éxito. Proyectos que funcionaban, estabilidad, metas cumplidas. Pero dentro de mí, algo no cuadraba. Había una sensación de vacío, de estar recorriendo un camino al que no veía un final, un objetivo y eso me estaba quemando por dentro.
Entendí que una vida de éxito no es necesariamente una vida feliz. Y fue entonces cuando volví a escuchar la llamada del mar.

El proyecto del Azul Errante
Y es en este momento es cuando tomé la decisión: montar otro proyecto paralelo que me permitiera poco a poco cambiar la vida. Unir mi antigua vida con lo que había aprendido sobre crear negocios, contenidos, formación… unir todo en un mismo sitio, así nace Azul Errante.
Este proyecto está dividido en etapas y quiero compartirlo contigo, porque eres una parte muy importante de él.
Fases del proyecto
Primero, la preparación: seguir aprendiendo, obtener los títulos que me faltan, practicar y ganar experiencia. Compartir contigo contenido práctico y útil y ayudarte enseñándote lo que he aprendido estos años.
Crear la página web (me ha quedado chula eh), y comenzar a crear contenido en el blog y canal de YouTube. También sacar los primeros cursos online prácticos.
Después, en una segunda fase, navegar en barcos alquilados haciendo travesías pequeñas y mostrar el proceso real, con sus dificultades y aprendizajes. Aquí he pensado comenzar con pequeñas formaciones prácticas en el mar, para que puedas navegar y practicar a mi lado.
Más adelante llegará el gran salto, la fase tres: comprar mi propio velero, prepararlo y convertirlo en mi casa y cuartel general de este proyecto. Quiero enseñarte todo el proceso de principio a fin, espero que no suframos mucho en el proceso.
Y finalmente, la fase cuatro, el sueño que me acompaña desde hace años: dar la vuelta al mundo y narrar cada etapa de esa travesía como una bitácora, inspiradora y útil para cualquiera que también sueñe con el mar. También he pensado abrir las puertas de mi barco para quien quiera venir a alguna etapa de la travesía.
Valores que quiero transmitir
Este proyecto se sostiene en unos valores muy claros: transparencia, honestidad y autenticidad.
Voy a mostrar el mar por dentro, en todos los sentidos: desde la superficie con la navegación hasta el fondo con el buceo. Quiero transmitir que se puede soñar con libertad, pero siempre con cabeza, criterio y respeto al mar.
Y sobre todo, enseñándote lo bueno y bonito pero también las dificultades y momentos malos (que los habrá).
Haciendo las cosas diferentes
No busco mostrar solo la parte bonita ni vender la náutica como un lujo exclusivo (porque no es así). Aquí verás los costes reales, los errores cometidos, las dudas existenciales y también los momentos mágicos que justifican todo el esfuerzo. Mi idea es hacer las cosas distintas: menos espectáculo, más verdad. Menos épica hueca, más aprendizaje útil.
Un camino que tenemos que recorrer juntos
Azul Errante no tiene sentido si lo vivo solo. Por eso llamo a mi comunidad “tripulantes”: porque cada persona que se une a este proyecto forma parte del viaje. Tú no estás aquí para mirar desde la orilla (no, desde el chiringuito tampoco), sino para subir a bordo y compartir aprendizajes, preguntas, reflexiones y también sueños.
Para despedirme
Este post de bienvenida es solo la primera página de una historia que espero que sea muy grande. A partir de aquí vendrán guías, formación útil y práctica, relatos de travesías, reflexiones sobre la vida a bordo y también miradas bajo el mar. Todo ello con un único objetivo: acercarte al mar desde la verdad y la pasión que siento por él.
Gracias por estar aquí desde el inicio. Bienvenido a bordo: comienza Azul Errante, y recuerda… aquí no eres espectador, eres mi tripulación.

